15 julio, 2006

De vacaciones (Robado de mi otro blog)

Tienes más vacaciones que un maestro. Es un dicho popular, no falto de verdad, pero, por regla general, lanzado injustamente a unos profesionales que, en su mayor parte, ocupan el tiempo libre en asistir a cursos, congresos o jornadas que mejoraran su práctica docente.
En este momento, llevo 14 días de vacaciones, pero estoy haciendo tres cursos on-line de formación de profesorado, dos de ellos de pago, por un monto de 180 euros y otro becado por el MEC por otros 180 euros. Son unas cuantas cervezas y tapas ¿no?. Pero en los tiempos que corren hoy en día hace falta mejor preparación, especialmente en las nuevas tecnologías y en la convivencia. Ambos aspectos estoy tratando en mi formación.
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Ahora en un curso on-line de la USAL (Universidad de Salamanca) me están formando para sacarle provecho a esta herramienta. Anteriormente, en el XI Congreso Internacional de Tecnología Educativa de la UNED, este año dedicado a la pizarra digital, me he formado en el uso de ese recurso y también en el uso de internet como herramienta didáctica en un curso de @PROFORM. Todo ello para que al empezar el nuevo curso en septiembre, tenga mejor preparación para impartir las clases en el centro TIC en el que trabajo. Y todo pagado de mi bolsillo. Es más, en estos días de julio he visitado mi centro junto con otros profesores y la orientadora para preparar para el curso que entra un Grupo de Innovación Educativa sobre Nuevas Tecnologías educativas y Convivencia. Grupo que es continuación de uno que en el curso pasado echamos a andar con gran satisfacción y del que ha emanado un plan de acogida para el alumnado del nuevo curso, original e integrador.

Lo mismo que no se puede juzgar a otros profesionales por las horas que trabajan en un puesto determinado, sin tener en cuenta que para desarrollar correctamente su trabajo han de prepararse, estudiar, asistir a Congresos, Cursos de Formación, etc. y que esto es parte de su trabajo, no sólo las horas que está en un quirófano, en un despacho, o en un aula. No somos funcionarios que han de cumplir sus 37,5 horas semanales detrás de una mesa, ni empleados de banca, ni albañiiles, que cuando terminan sus 7 u 8 horas se van sin más a su casa.
Tras mi jornada laboral, y en mis vacaciones, dedico muchas horas a preparar clases, dinámicas de grupo, lecturas, ejercicios, muchos de ellos informatizados, formación profesional, etc.

Así que nadie me diga nada de mis vacaciones, que si me preguntan diría que ojalá tuviera más, para poder hacer más investigaciones y más formación para desarrollar mejor mi labor en el aula, algo que cada día se está volviendo más complejo y que ya no vale ir a soltar el rollo como nos hacían hace 30 años. Hoy en día hay que afinar mucho y desarrollar muchas habilidades sociales y pedagógicas. El que no lo haga estará perdido y sirva como anécdota lo siguiente:

Cierta profesora novata, tan novata como que era la primera vez que daba clase en una sustitución hacia el mes de mayo pasado, comentó al llegar, que hacía dos años que estaba preparando las oposiciones de profesor de secundaria y que ahora que se iban a celebrar las oposiciones en junio-julio, le venía muy mal ponerse a trabajar, pero que tampoco quería perder su puesto en la bolsa de trabajo.

Llegarón las oposiciones y tenía que ir lejos de donde estaba el instituto, por lo que ya no la esperabamos, en varios días, cuando no fue nuestra sorpresa verla a los dos días del exámen, de nuevo entre nosostros. ¿Qué pasó?, le pregunté. ¿Tuvistes mala suerte y no te sabías el tema o las prácticas? Y me contesto muy ufana: "¡Qué va!, me tocó un tema que sabía muy bien, pero... cuando llevaba una media hora escribiendo, me vino a la mente todos estos días que he estado dando clase, y me dije ¿Qué hago yo aquí? ¡Si en estos días que he estado dando clase lo he pasado muy mal! Y me levanté y me fuí del examen -me dijo- . Me voy a buscar otro trabajo, por que no soporto dar clase con el ambiente que hay hoy en día en el instituto." (Y digo yo, y eso que fue tutora del mejor curso del instituto y no tuvo a los cursos más conflictivos.

También recuerdo a otro sustituto, pero hace de esto, unos tres o cuatro años, que llegó a finales de noviembre, y a los tres días renunció a la plaza, aterrorizado, de tenerse que enfrentar a los alumnos todos los días. No esperó al superpuente de la Constitución-Inmaculada, que era 6-7-8 de diciembre más sábado y domingo. Salío huyendo aduciendo que tenía síndrome de Séneca. No le vimos el pelo nunca más y creo que va por los montes vestido de ermitaño, renegando de la labor de profesor.

Pues señores, los demás seguimos al pie del cañon, y esforzándonos en mejorar. Y nos ganamos las vacaciones, pero que muy merecidamente, si no, no iba a haber sitio en los manicomios para albergar a tanto desquiciado después de un curso de 11 meses.